Para ello voy a partir del análisis de una de las noticias que aparece como ejemplo en el artículo. Exponiendo el tono del periodista y la forma que la plantea, la repercusión que ha tenido dicha noticia en otros periódicos o en blogs personales.
Para terminar, la misma noticia vista desde otra perspectiva, utilizando la visión que refleja otro periódico.
Se impone el masculino
genérico
La Consejería de Educación envía circulares a los
centros en las que explica que su nuevo libro de estilo hace innecesario el uso
explícito del femenino.
Oviedo, E.
G.
A partir de ahora sólo habrá profesores y alumnos; las profesoras y alumnas se sobreentienden. Dos circulares oficiales de la Consejería de Educación del Principado de Asturias, con destino a los centros docentes ante la llegada del nuevo curso escolar, especifica que de ahora en adelante «todas las referencias para las que se utiliza la forma de masculino genérico, deben entenderse aplicables indistintamente a mujeres y hombres».
El nuevo libro de estilo no ha gustado a algunos. La presidenta de la junta de personal docente no universitario, Beatriz Quirós, elevó su queja, no formal, a la propia consejera, Ana Isabel Álvarez. La decisión, sin embargo, está tomada y evitará en lo sucesivo una parafernalia verbal bien intencionada, pero a veces cercana a lo absurdo por lo reiterativo de la diferenciación de género: Profesores y profesoras asturianos y asturianas que se ganan la vida enseñando a niños y niñas, chicos y chicas; alumnos y alumnas todos y todas...
Vale el ejemplo caricaturizado de lo que es una moda que entronca con lo políticamente correcto y de la que fue precursor el anterior lehendakari, Juan José Ibarreche («vascos y vascas») y llevó a sus últimos extremos la ex ministra de Igualdad, Bibiana Aído («miembros y miembras)
Análisis de la noticia
El artículo comienza con un tono excluyente y provocador,
imponiendo ya de entrada su mensaje con cierto aire de intolerancia: “A partir
de ahora sólo habrá profesores y alumnos; las profesoras y alumnas se
sobreentienden”.
En esta noticia, el
periodista no informa si no que opina, haciendo ver en el tono del mensaje
ironía y burla ante el debate que se había abierto en los últimos años sobre el
empleo del lenguaje sexista en la vida cotidiana. Se regodea poniendo hasta
ocho ejemplos de las diferencias de género que se utilizan y que él considera absurdas.
Enfoca la noticia desde su particular punto de vista, dando a
entender que por fin la consejera de educación ha tomado una medida adecuada y
razonable, ante la nueva moda lingüística que comenzó con la utilización del
género masculino y femenino por parte de Juan José Ibarreche. Trata de
ridiculizar a la anterior ministra de igualdad Bibiana Aído nombrando una
intervención de ésta en la que utilizó
la palabra “miembras”, palabra que no está aceptada como correcta y que por lo
que la ex ministra recibió muchas críticas.(1)
Sin embargo en ningún momento pone ejemplos que defiendan la
postura contraria, simplemente nombra de pasada el hecho de que Beatriz
Quirós, la presidenta de la junta de
personal docente no universitario, haya emitido una queja ante la circular
enviada por la consejera de educación.
Omite que en marzo de 2007 se aprobó la Ley Orgánica 3/2007
para la Igualdad efectiva de mujeres y hombres, que establece en el Artículo 14
la implantación de un lenguaje no sexista en cualquier ámbito público. Desde
entonces, las consejerías de educación de las diferentes comunidades han
publicado manuales sobre
la utilización de un lenguaje no sexista, en el cual están incluidos la mayoría
de los ejemplos que el periodista utiliza con ironía.
Sin embargo,
el nuevo manual le resulta más de su agrado y sólo “no ha gustado a
algunos”. Pasa este hecho prácticamente por alto y no pone ejemplos, omite por
ejemplo, la carta enviada a la consejera
desde el colegio José Zorrilla de Gijón. En esta carta se refleja el hecho que
si cada vez que la consejera les envía una circular y comienza explicando que «todas las referencias para las que se utiliza
la forma de masculino genérico, deben entenderse aplicables indistintamente a
mujeres y hombres», se puede entender que está pidiendo disculpas por
adelantado, que se siente culpable de lo que va a decir o
quizás no esté muy convencida de lo que propone. (2)
También el
Consejo de Mujeres de Gijón exige que se elimine la utilización del masculino
genérico, en cumplimiento de la Ley del Principado de Asturias 2/2011 para la
igualdad mujeres y hombres. Recuerda que el mandato de no utilizar el lenguaje
sexista, se encuentra en dicha ley y que es “una normativa que considera
necesaria para seguir avanzando hacia la igualdad real y en cuya elaboración ha participado
activamente el Consejo de Mujeres de
Gijón” (3)
Por otro
lado, es cierto que hay muchas voces que aplauden la decisión de la consejera.
Esto se ve reflejado, más que organismos
o medios de comunicación, en las redes
sociales. Todos con bastante “aire machista”, ya que utilizan el artículo para
reflejar asuntos como que “es el hombre el que está discriminado”. Un chico en
un blog afirma: “Si llega a ser un consejero, hombre, quien hubiera mandando las
circulares no quiero ni pensar la que estarían armando en estos momentos” y
anima a que cunda el ejemplo (4).
En otra red social, otro hombre aprovecha para decir que
aplaude con entusiasmo la noticia y la
utiliza como excusa para otras afirmaciones como “que no es cierto que las mujeres cobran menos
que los hombres”. (5)
Otros indican que lo que realmente es imprescindible
es “lograr la igualdad de género más allá
de
entrar en la polémica utilizar o no ciertas formas gramaticales”.
Independientemente o no que se esté de acuerdo con la
noticia, el autor debe ofrecer la información y que cada persona cree su propia
opinión. Ésta no debe venir “impuesta” por el tono del artículo.
El periodista debe transmitirla y documentarla
convenientemente para que el público al que se dirige no se deje llevar
simplemente por lo que el artículo intenta reflejar. Es una manipulación de la
noticia, ya que se regodea mediante el tono y los ejemplos para trasmitir su
punto de vista y no muestra la otra cara de la moneda.
El artículo es un claro ejemplo del error que no debe cometer
un periodista y que sin embargo es algo muy habitual. Una y otra vez vemos que
la misma noticia es totalmente diferente si la leemos o la escuchamos en un
medio o en otro. No parece que se esté hablando o dando la misma información,
si no que parece todo lo contrario.
Versión
alternativa de la noticia con un enfoque de género.
La circular enviada a los centros docentes desde la Consejería de Educación del Principado de Asturias, incumple el mandato de no utilizar lenguaje sexista, según el Consejo de Mujeres de Gijón.
Dos circulares oficiales de la Consejería de Educación del Principado de
Asturias, con destino a los centros docentes ante la llegada del nuevo curso
escolar, especifica que de ahora en adelante «todas las referencias para las
que se utiliza la forma de masculino genérico, deben entenderse aplicables
indistintamente a mujeres y hombres».
Ante esto han surgido críticas como la procedente del Consejo de
Mujeres de Gijón que exige que se elimine la utilización del masculino
genérico, en cumplimiento de la Ley del Principado de Asturias 2/2011 para la
igualdad mujeres y hombres. Recuerda que el mandato de no utilizar el lenguaje
sexista, se encuentra en dicha ley y que es “una normativa que considera
necesaria para seguir avanzando hacia la igualdad real y en cuya elaboración ha participado
activamente el Consejo de Mujeres de
Gijón”.
También la presidenta de la junta de personal docente no universitario,
Beatriz Quirós, elevó su queja, no formal, a la consejera.
Estaremos pendientes de la repercusión que esta medida puede tener en la
lucha por la igualdad de género, ya que hay que recordar que en marzo de
2007 se aprobó la Ley Orgánica 3/2007 para la Igualdad efectiva de mujeres y
hombres, que establece en el Artículo 14 la implantación de un lenguaje no
sexista en cualquier ámbito público.
Esta decisión puede de nuevo avivar las diferencias
entre las voces que encuentran fuera de lugar el uso de la diferenciación de
género y las voces que lo defienden como
un paso más en la lucha por la igualdad, basándose en el hecho de que el utilizar los dos géneros, el masculino y el femenino, hace
que el problema del sexismo se haga visible.
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