jueves, 23 de mayo de 2013

Proyecto para Huellas en la Ciudad






Segovia ha hecho que abra mi mente hacia nuevos campos culturales, sobre todo dentro del ámbito de las artes plásticas.


Ha sido un año lleno de nuevas experiencias visuales. Cuando llegué recibí el impacto de  la imagen imponente del acueducto, pero luego paseando por la ciudad, fui encontrando mensajes ocultos en sus calles. Quizás la tranquilidad de éstas,  hizo que observara las cosas más despacio y con más detalle.

Las pequeñas frases o dibujos que se escondían en los lugares más recónditos, tras una papelera o a lo largo de una tubería.

Un día encontré un dibujo que representaba un hombre, rayado sobre un cristal. Me impactó el realismo de la obra y la precisión de los detalles. Al llegar a la residencia, quise averiguar el origen de esta curiosa obra.



                      Obra de Borondo, junto a la Calle Real en Segovia


Buscando en internet topé con el nombre del artista, Gonzalo Borondo. Es un chico segoviano nacido en 1986. Borondo, a secas, es su firma.  Lleva algunos años realizando verdaderos cuadros usando cristaleras, escaparates, postes telefónicos, buzones... como lienzo y las ciudades como museo. Aprovecha paredes desconchadas o cabinas de teléfono que ya no se utilizan. Parece querer darnos un toque de atención para que nos fijemos en  el  deterioro de las calles.

"Interactúo con ellos respetándolos y admirándolos por lo que son: historia", dice el artista. Borondo protesta contra el afán de tirar y construir sin necesidad, contra los edificios anodinos que acaban con el carácter propio de una ciudad y la hacen parecerse a cualquier otra.

Aquí os dejo el enlace a su blog

Poco a poco empecé a interesarme por su obra y la de otros que le precedieron.

Así fue como conocí a artistas de fama mundial como Obey o Banksy.

Obey es una figura muy importante  dentro del diseño gráfico y la publicidad. Uno de sus diseños se utilizó en la campaña presidencial de Obama.

Banksy  ha pasado de decorar las calles de Londres con terribles críticas sociales y políticas,  a estar en museos. 

Me sorprendió descubrir la dimensión que ha alcanzado el arte urbano, que incluso muchas de las obras de estos artistas están expuestas en museos y de los cuales, hasta que no llegué a Segovia, no  sabía ni que existían  o bien no les daba importancia.

Fue como si empezase a ver las cosas de otra manera, con otros ojos.

Así, poco a poco, me embarqué en una búsqueda, por las distintas ciudades que he ido visitando a lo largo de este año, de nuevos artístas y distintas expresiones del arte urbano.

En Barcelona encontré a C215 y sus magníficos retratos realizados a golpe de spray.

También pude ver algunas obras de Alice, una artista italiana que dejó a su paso la huella en la ciudad.

En Madrid me sorprendió ver en lo alto de un edificio una pequeña nave espacial hecha con teselitas.

De nuevo en Segovia, al pasear por las calles y ver el legado que nos dejaron los romanos, no puedo evitar pensar en que mueve al ser humano a dejar su huella allí por donde pasa

Es posible que este imponente acueducto no tuviera solo una función práctica, sino que también fuera una huella, un desafío a no poder ser imitado.

Tal vez, dentro de muchos años, alguien quiera conservar esos pequeños mensajes que se esconden en los rincones de las ciudades, que  en un determinado momento alguien consideró que deberían estar allí y que a lo mejor,  llegarán a marcar una nueva etapa dentro de la historia del arte.

Muchos pueden pensar que sólo es gamberrismo. Yo he aprendido a apreciarlo de una manera diferente.


    Borondo


    Banksy

                           Obey




¿Qué ha significado para mí este trabajo?

Me ha enseñado a ver de otra manera, he aprendido a mirar con otros ojos y he  disfrutado de cosas que antes me parecían insignificantes o que no tenían valor.

Nunca volveré a pasear por una ciudad sin fijarme en esa esquina escondida ni en ese muro medio derruido lleno de “pintadas”.

En definitiva, Segovia ha marcado un antes y un después dentro de mi apreciación y concepto del arte.


 Pasos del montaje artístico.

Para ilustrar lo que he dicho y hacerlo de una forma gráfica, he hecho un montaje con fotografías de Segovia, Barcelona y alguna imagen conseguida a través de internet. También he incorporado pequeños cortes de vídeo.

He prescindido al final de las numerosas fotos que le había hecho al acueducto y he optado por otro tipo de imágenes.

La verdad es que llevo mucho tiempo dando vueltas a este trabajo y he hecho muchas pruebas fallidas.
 
Al principio incorporé el arte romano con el arte callejero, pero el resultado no me resultaba estético.
 
Luego realicé un montaje sólo fotográfico, muy rápido, pero era demasiado breve, así que opté por introducir vídeo y repetir las imágenes mediante un “rebobinado”.

En cuanto a la edición, primero  comencé con el editor Movie Maker, pero el resultado era muy pobre.

Al final he conseguido montarlo con adobe premiere. Es un programa de edición,  que aunque me dicen que es  básico,  me ha costado bastante y eso que me han tenido que echar una mano (o unas cuantas).

Por fin el resultado creo que  ha sido bastante bueno, por lo menos refleja bastante mi idea inicial en cuanto a estética.

La música es la canción “electric worm”, de Beastie Boys. En un principio pensé en ellos porque en sus letras hablan de la calle y de sus experiencias, aunque al final me pareció que encajaba más una canción  simplemente instrumental.

Los efectos de sonido ( el rebobinado y el pitido) los he sacado del “banco de sonidos” del Ministerio de Educación, que ofrece efectos gratuitos para poder descargarlos en MP3. El video lo he exportado en .avi.

La verdad que he aprendido un montón realizando este trabajo y aunque he tenido que romperme la cabeza durante muchas horas y hacer y deshacer, tengo que agradecer toda la paciencia que han tenido conmigo toda la gente a la que he tenido que preguntar.


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